LOS CONVENCIDOS

Érase una vez ocho amigos, cuatro hombres y cuatro mujeres, cuatro jóvenes y cuatro menos jóvenes (no diré la edad por consideración a ellas), compañeros de aula más exactamente, que cada que podían se enfrascaban en discusiones ideológicas alrededor de cualquier tema.

Todo comenzó el primer día de universidad cuando se conocieron, justo al momento del trilladísimo “Preséntate y cuéntanos sobre tus expectativas de la Vida”. Ellos (♂) se destacaron por sus respuestas y ellas (♀) por sus reacciones:

- Buenos días: -dijo el primero enfundado en su traje oscuro y corbata azul- mi nombre es Godofredo Cristiano Godoy Godoy, y con el favor de Dios, la constancia académica y el respeto mutuo, llegaremos a ser buenos amigos.

Todos lo observaron prudentemente, pues al fin y al cabo era el primer día y aquí cualquiera es interesante hasta que no demuestre lo contrario. O bueno, casi todos lo observaron así, salvo una chica de nombre Carmen Virginia quien por cada frase de Godofredo ella asentía con expresión de aprobación.

- - - ¡Hola!, me llamo Rogelio Rojas Colorado y soy amigo de todo el mundo sin importar lo que piensen de mí pues cada cual está en su derecho. Espero prosperidad para todos y les cuento que –en lo que a mi respecta- ya arranqué: vendo sándwiches y chicles entre clases y ojalá no me pongan problema por eso.

Mientras unos se miraban de reojo y pensaban: “qué tipo tan fresco”, otros atinaban a preguntar: “¿Y a cómo los de jamón y queso?”. Una chica llamada Claudia Livia preguntó con evidente interés: "¿Y también vendes cigarros sueltos?".

- - - ¡Un Saludo, Compañeros y Compañeras! Me llamo, o más bien me llaman Lenin Robles León y estoy con ustedes desde ya, "Mpañeros y Mpañeras," para la defensa de nuestros intereses como grupo, ante las amenazas que nos trae constantemente el absurdo Sistema Neoliberal que carcome nuestro espíritu y nos impide el progreso social. Cuenten conmigo desde ya ¡pa´ las que sea! y no me olviden: ¡Robles Soy Yo!

El tipo se hizo notar desde un principio y la mayoría se dijeron a si mismos: “al menos nos vamos a divertir”. Y la más entusiasta parecía ser otra chica llamada Katia Dolores quien minutos antes ya se había hecho notar cuando llamaron a lista, pues no contestó “presente” como todo el mundo, sino “¡Presente, Presente, Presente!” blandiendo su puño al aire.

- - - Buenas, buenas… Mi nombre es Florindo Aguas Laverde y me alegro de compartir con todos ustedes este ambiente tan agradable. Como es natural, espero aportar todo lo que pueda, con el fin de lograr entre todos la armonía que –en nuestra condición de criaturas cósmicas- debemos tener para proteger el planeta.

Muy buen esfuerzo para presentarse, nadie lo dudó. Y quien más se vio conmovida, fue una chica llamada Flor Marina quien no pudo evitar un suspiro acompañado de la frase “La Vida es Sagrada”.

A esas alturas y como casi siempre sucede con el Profesor de Inducción (de cuyo nombre no quiero acordarme), éste propuso: “Ahora hagamos grupos de a ocho, mitad hombres y mitad mujeres, propongan un tema cualquiera y conózcanse mejor”. Y quiso el destino que en el mismo grupo quedaran Carmen Virginia, Claudia Livia, Katia Dolores, Flor Marina, Godofredo, Rogelio, Lenin y Florindo.

Ni siquiera se pusieron de acuerdo en un tema: Godofredo y Carmen Virginia querían hablar de autoridad, Rogelio y Claudia Livia sobre libertad, Lenin y Katia Dolores acerca de las necesidades de la gente y, Florindo y Flor Marina acerca de los peligros del calentamiento global. Se acabó el tiempo y lo único que lograron fué cruzar miradas con evidente ánimo de debate: "en la próxima debatimos, prepárense" fue lo último que se escuchó de este primer encuentro.

Allí empezaron las discusiones que hoy no terminan, pues aunque nunca estén plenamente de acuerdo no les queda más remedio que buscar complementariedades. No faltan los intentos ventajistas entre unos y otros para imponer su criterio: unas veces se alinean para reivindicar género y otras veces se alinean para reivindicar juventud. ¡Y siempre quedan empatados!

Dentro del aula de clase y por convicción, Carmen Virginia y Godofredo se ubican a la derecha mientras Katia Dolores y Lenin se ubican a la izquierda. Por su parte Claudia Livia y Rogelio se ubican según se sientan más cómodos, unas veces hacia la derecha y otras veces hacia la izquierda según la época. Así mismo, Flor Marina y Florindo se ubican según el ambiente que se respire.

Como ya casi se acerca otra clase, Los Ocho Convencidos están que discuten. Lectores de este Blog: ¿qué tema les proponemos para una próxima entrada?